La hipermetropía es un trastorno refractivo del ojo que afecta la visión, especialmente la capacidad para ver objetos cercanos con claridad. Aunque es menos común que la miopía, afecta a una parte considerable de la población, especialmente en las primeras etapas de la vida y con mayor incidencia en adultos mayores.
La hipermetropía, también conocida como hiperopía, es una condición visual en la que los objetos lejanos pueden verse con mayor claridad que los cercanos. Esto ocurre cuando el globo ocular es más corto de lo normal o cuando la córnea tiene una curvatura insuficiente.
Como resultado, la luz que entra al ojo se enfoca detrás de la retina, en lugar de hacerlo directamente sobre ella, lo que provoca una visión borrosa de los objetos cercanos.
La hipermetropía se produce principalmente por una anomalía en la forma del ojo. Las causas más comunes incluyen:
- Forma del ojo: Un ojo más corto de lo normal hace que las imágenes se enfoquen detrás de la retina.
- Curvatura de la córnea: Si la córnea, que es la superficie frontal transparente del ojo, no tiene la curvatura suficiente, la luz no se refracta de manera adecuada, provocando dificultades para enfocar.
- Factores genéticos: La hipermetropía suele tener una predisposición hereditaria. Es común que los hijos de padres con hipermetropía también presenten esta condición.
En general, la hipermetropía es una afección con la que las personas nacen, aunque en algunos casos puede desarrollarse o hacerse más evidente a medida que envejecemos.
Los síntomas de la hipermetropía varían según la gravedad de la afección. Algunas personas pueden no experimentar ningún síntoma, especialmente en casos leves, ya que el ojo tiene la capacidad de compensar el defecto refractivo enfocando de forma natural. Sin embargo, cuando la hipermetropía es más avanzada, pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Dificultad para ver de cerca: El síntoma más común es la incapacidad para enfocar objetos cercanos, lo que puede hacer que tareas como leer, escribir o trabajar en una computadora se vuelvan difíciles.
- Visión borrosa: En casos graves, la hipermetropía puede afectar también la visión de lejos, lo que resulta en visión borrosa tanto a corta como a larga distancia.
- Fatiga ocular: El esfuerzo constante por intentar enfocar objetos cercanos puede provocar fatiga ocular, que se manifiesta como cansancio, dolor en los ojos o tensión alrededor de ellos.
- Dolor de cabeza: Las personas con hipermetropía tienden a experimentar dolores de cabeza después de realizar actividades que requieren enfoque visual cercano por períodos prolongados.
Es importante prestar atención a estos síntomas, ya que un diagnóstico oportuno puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente y evitar el deterioro de la visión.
El diagnóstico de la hipermetropía se realiza mediante un examen visual que incluye varias pruebas para evaluar cómo enfoca la luz el ojo.
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